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29/04/2012 ~
Te han hecho daño sin tú buscarlo. Él te ha hecho daño sin tú merecerlo con sólo cuatro palabras: "Ya no te quiero". La tristeza cree haber encontrado un bonito hogar en ti, y tu cuerpo y tu mente han quedado prisioneros de ella. Sin tú oponer resistencia, es la tristeza y no tu mente la que piensa por ti y te controla, y tú, como una tonta, como si encadenada estuvieras y no tuvieras otra opción, actúas movida por sus órdenes sin intentar nada por hacerla desaparecer. No eres la culpable de que ella te haya encontrado, claro que no, pero sí de dejarla vivir en ti, en ese cuerpo que días atrás solo había conocido felicidad y no lo amargo y lo triste de la vida. En tu rostro, ahora teñido de negro por el rímele corrido, se dibujan una sonrisa inexistente y una mirada ausente y desfilan, a paso muy rápido, dolorosas lágrimas que, por su tamaño, más parecen granizo que simples gotas de lluvia. El carmín de tus labios desapareció también hace ya muchos días y ahora tus labios se ven frágiles, rotos, indefensos...como tú. Tus vestidos de flores se han transformado en vestidos negros de luto y tu cariño y respeto hacia todo el mundo se han convertido en odio y rencor. Desconfías de todos, incluido de ti misma y no hablas con nadie para evitar así las posibles tristes palabras que te puedan decir. Has aprendido lo que es el dolor -¡vaya si lo has aprendido!-, pero has olvidado lo que es querer. Te miras en el espejo y no te reconoces. Ya no eres lo que eras. Peor aún; ya no sabes quién eres.  (Pasado | Futuro) Soy una chica que no se conforma solo con soñar, sino que aspira a cumplir sus sueños; gran defensora del amor como ley y de la paz como modo de vida. Me considero dichosa por vivir cada día de acuerdo a mis ideas y opiniones, sin engañarme a mí ni a nadie, y sin dejarme arrastrar por ese gran colectivo tan influenciable llamado sociedad. Con una sonrisa siempre en la cara, no dudo en ayudar a alguien cuando lo necesita, aun siendo consiente de que ellos en mi lugar no lo harían. Adoro escribir, quizás porque busco entre las palabras esa felicidad que no encuentro muchas veces entre las personas. No contaré mucho más sobre mí; prefiero que me conozcan a través de mis palabras. Como dijo Rudyard Kipling:
Pretendía escribir una descripción del blog en este espacio, pero por más que lo intento, no me salen las palabras, quizás porque ni yo misma conozco el sentido de este blog. De lo que sí estoy segura es que en este blog no encontrarán nada que no sean palabras y más palabras, algunas impulsadas por dudas o miedo, otras quizás por amor... Les recomiendo entonces que si desean conocer en qué tipo de blog se encuentran, lo lean y lo juzguen por sí mismos.
Como en todas partes, hay unas normas que cumplir. Supongo que son muy obvias, pero es mi obligación recordárselas, para que no haya malos entendidos después.
 
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