Dudamos del pasado, ignoramos qué rumbo tomar en el presente y tememos el futuro.
Y ahora yo me pregunto, ¿cuántas veces nos sentimos en esta vida perdidos? Por desgracia, muchas más de las que conocemos el camino. Es tan grande el mundo en el que vivimos y nosotros, en muchas ocasiones como tontos, en lugar de apartar del camino todos los obstáculos que intentan impedirnos el paso y quitarnos de los ojos la venda que nos ciega, para así poder continuar nuestro camino, nos bloqueamos, preferimos no dar un paso hacia delante temiendo cometer un error. Y cuando caminamos, lo hacemos siempre despacio, temiendo elegir el camino incorrecto, ése en el que deberíamos ver la señal de “prohibido el paso” pero que por nuestras dudas y nuestro miedo a equivocarnos se encuentra tapada.
Son muchas las decisiones que tenemos que tomar en esta vida, muchos los pasos que tenemos que recorrer y siempre solos, sin la ayuda de nadie. Nos encontramos tan perdidos…Deseamos que en el momento de tomar una decisión importante se nos muestre el camino correcto con grandes y brillantes luces de neón o con migas de pan que alguien, no importa quién, haya arrojado en él, en forma de señal, como Hansel y Gretel hicieron en el cuento. Si embargo, esto nunca ocurre, y, sin poderlo evitar, nos equivocamos.
Cuando esto sucede, soñamos con poder meternos en una máquina del tiempo en la que, con tan solo pulsar un botón, podamos volver hacia atrás, justo antes de tomar la mala decisión que provocó nuestro error. Pero luego despertamos y descubrimos que esto es la realidad; no existen máquinas del tiempo, no se puede volver atrás. Nuestro error forma parte ya de nosotros y tenemos que vivir el resto de nuestros días con él.
Ay…estamos tan perdidos…desconocemos tantas cosas e ignoramos tantas otras…
Sí, estamos tan perdidos…pero a lo mejor esto no es tan malo. ¿Y si siempre conociéramos el rumbo a seguir?¿Y si nunca dudáramos porque siempre supiéramos qué decisión es la mejor o, peor aún, porque nunca tuviéramos que tomar decisiones? ¿Y si nunca cometiéramos errores? Ay… ¿Y si nunca estuviéramos perdidos? Y ahora yo me pregunto, ¿Acaso no sería la vida un poco aburrida? ¿Acaso no seríamos simples máquinas y actuaríamos como simples robots?
No creo que sea algo malo estar perdido, como seres humanos que somos. Lo malo sería no estarlo. Que nos perdamos significa que intentamos avanzar, que probamos cosas nuevas con la intención de que nuestra vida vaya a mejor. No, definitivamente perderse no puede ser malo. Es bueno perderse, pues para encontrar la salida, primero uno debe haberse perdido buscándola y es bueno equivocarse, pues para lograr algo, primero uno debe haber cometido errores hasta encontrar el resultado perfecto.
Lo que debemos hacer, por tanto, es caminar por la vida con prudencia, intentando tomar las mejores decisiones, pero también sin miedo a equivocarnos y cuando lo hagamos, tan solo debemos después, reconocer, aceptar y asumir nuestros errores.
No hay que olvidar que cada uno de nosotros nos formamos a partir de las decisiones que tomamos, de los errores que cometemos y, en general, de cada una de las cosas que hacemos.
Buena reflexión, que razón, me parece una manera genial de ver la manera positivo a algo que tantos problemas y agobios supone, cuando me encuentre perdida volveré a leer esta entrada, porque me ha servido de mucho, me gustan los ejemplos que has puesto, y como ya he dicho la razón que tienes. Me ha gustado! <3 Un beesazo siguee asi!
Dudamos del pasado, ignoramos qué rumbo tomar en el presente y tememos el futuro.
Y ahora yo me pregunto, ¿cuántas veces nos sentimos en esta vida perdidos? Por desgracia, muchas más de las que conocemos el camino. Es tan grande el mundo en el que vivimos y nosotros, en muchas ocasiones como tontos, en lugar de apartar del camino todos los obstáculos que intentan impedirnos el paso y quitarnos de los ojos la venda que nos ciega, para así poder continuar nuestro camino, nos bloqueamos, preferimos no dar un paso hacia delante temiendo cometer un error. Y cuando caminamos, lo hacemos siempre despacio, temiendo elegir el camino incorrecto, ése en el que deberíamos ver la señal de “prohibido el paso” pero que por nuestras dudas y nuestro miedo a equivocarnos se encuentra tapada.
Son muchas las decisiones que tenemos que tomar en esta vida, muchos los pasos que tenemos que recorrer y siempre solos, sin la ayuda de nadie. Nos encontramos tan perdidos…Deseamos que en el momento de tomar una decisión importante se nos muestre el camino correcto con grandes y brillantes luces de neón o con migas de pan que alguien, no importa quién, haya arrojado en él, en forma de señal, como Hansel y Gretel hicieron en el cuento. Si embargo, esto nunca ocurre, y, sin poderlo evitar, nos equivocamos.
Cuando esto sucede, soñamos con poder meternos en una máquina del tiempo en la que, con tan solo pulsar un botón, podamos volver hacia atrás, justo antes de tomar la mala decisión que provocó nuestro error. Pero luego despertamos y descubrimos que esto es la realidad; no existen máquinas del tiempo, no se puede volver atrás. Nuestro error forma parte ya de nosotros y tenemos que vivir el resto de nuestros días con él.
Ay…estamos tan perdidos…desconocemos tantas cosas e ignoramos tantas otras…
Sí, estamos tan perdidos…pero a lo mejor esto no es tan malo. ¿Y si siempre conociéramos el rumbo a seguir?¿Y si nunca dudáramos porque siempre supiéramos qué decisión es la mejor o, peor aún, porque nunca tuviéramos que tomar decisiones? ¿Y si nunca cometiéramos errores? Ay… ¿Y si nunca estuviéramos perdidos? Y ahora yo me pregunto, ¿Acaso no sería la vida un poco aburrida? ¿Acaso no seríamos simples máquinas y actuaríamos como simples robots?
No creo que sea algo malo estar perdido, como seres humanos que somos. Lo malo sería no estarlo. Que nos perdamos significa que intentamos avanzar, que probamos cosas nuevas con la intención de que nuestra vida vaya a mejor. No, definitivamente perderse no puede ser malo. Es bueno perderse, pues para encontrar la salida, primero uno debe haberse perdido buscándola y es bueno equivocarse, pues para lograr algo, primero uno debe haber cometido errores hasta encontrar el resultado perfecto.
Lo que debemos hacer, por tanto, es caminar por la vida con prudencia, intentando tomar las mejores decisiones, pero también sin miedo a equivocarnos y cuando lo hagamos, tan solo debemos después, reconocer, aceptar y asumir nuestros errores.
No hay que olvidar que cada uno de nosotros nos formamos a partir de las decisiones que tomamos, de los errores que cometemos y, en general, de cada una de las cosas que hacemos.
Soy una chica que no se conforma solo con soñar, sino que aspira a cumplir sus sueños; gran defensora del amor como ley y de la paz como modo de vida. Me considero dichosa por vivir cada día de acuerdo a mis ideas y opiniones, sin engañarme a mí ni a nadie, y sin dejarme arrastrar por ese gran colectivo tan influenciable llamado sociedad. Con una sonrisa siempre en la cara, no dudo en ayudar a alguien cuando lo necesita, aun siendo consiente de que ellos en mi lugar no lo harían.
Adoro escribir, quizás porque busco entre las palabras esa felicidad que no encuentro muchas veces entre las personas.
No contaré mucho más sobre mí; prefiero que me conozcan a través de mis palabras. Como dijo Rudyard Kipling:
"Las palabras constituyen la droga más potente que haya inventado la humanidad."
Pretendía escribir una descripción del blog en este espacio, pero por más que lo intento, no me salen las palabras, quizás porque ni yo misma conozco el sentido de este blog.
De lo que sí estoy segura es que en este blog no encontrarán nada que no sean palabras y más palabras, algunas impulsadas por dudas o miedo, otras quizás por amor...
Les recomiendo entonces que si desean conocer en qué tipo de blog se encuentran, lo lean y lo juzguen por sí mismos.
Como en todas partes, hay unas normas que cumplir. Supongo que son muy obvias, pero es mi obligación recordárselas, para que no haya malos entendidos después.
Quedan prohibidos todos los comentarios ofensivos y de mal gusto.
Prohibido copiar, aunque sea solo intentarlo. Supongo que, como yo, tienen un cerebro y una cabecita para pensar. Espero que su blog sea verdaderamente suyo y no una mera copia del mío en versión cutre.
No me pidan que siga su blog, porque ni sigo ni seguiré nunca ningún blog por compromiso. Pueden pedirme que me pase a visitarlos y con mucho gusto lo haré, pero la decisión de seguir un blog es mía y solamente mía.
Nada de spam. Odio los comentarios que únicamente contienen la dirección de sus blogs. Les aviso que serán automáticamente borrados y ni siquiera me molestaré en pasarme por sus blogs. Y si lo hago será únicamente con la intención de spamearlos. (Ojo por ojo, diente por diente).
Todo lo que encuentren en este blog está protegido. No se busquen problemas.
Buena reflexión, que razón, me parece una manera genial de ver la manera positivo a algo que tantos problemas y agobios supone, cuando me encuentre perdida volveré a leer esta entrada, porque me ha servido de mucho, me gustan los ejemplos que has puesto, y como ya he dicho la razón que tienes.
Me ha gustado! <3
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